Curioso este Arte de la Memoria que, a mi modo de ver, sustenta la Ciencia de Historiar, eso similar, aunque no idéntico, a hacer Historia.
A mi padre le recuerdo diciéndome varias cosas: (1) que todo tiene su momento, (2) que su ventana al mundo era la radio – aquí le faltaba autocrítica porque era un taliban de la SER y un forofo de el Gabilondo – y que 3) era todavía un niño. Como es imaginable a estas imprecaciones yo respondía con la indiferencia de quien lo ha oído 3000 veces y cree haberlo entendido a la primera.
Pues bien, muchas de las cosas que he visto pasar o hecho desde mi última texto se organizan, creo, orbitando en torno a estos mantras.
Por una parte, desde hace un tiempo mi interacción con el mundo pasa cada vez más por el uso de una ventana, o mejor dicho, de las ventanas digitales. Son múltiples los contenidos, inmensamente variopintas las posibilidades de configurarlos y tremendas las posibilidades de jugar con ellos.
Al mismo tiempo, siento que esa ventana me tiene en cierto grado subsumido, condicionado en al gestión del tiempo - asignatura que ya de por sí se me antoja ardua – de tal modo que lo urgente y lo curioso van desplazando a lo importante. Eso no puede ser, pero un día tras otro, cual Sísifo, cargo con la condena de no imponer mis criterios a mis pulsiones. Supongo que asumir la tarea y tener los arrestos para llevarla a cabo día tras día sin perder la sonrisa es el sumun de dejar la infancia aparte.
El 1 de Abril, es un gran día. Contiene eventos de infausta conmemoración al son de proclamas que hablan de cautivos y desarmados, pero también alberga aniversarios de creadores de mantras. Apoyémonos en este día para impulsar la sabiduría, manque sea en la conmemoración.
1 comentario:
Y yo que a D. Joquin le veo en la banda del campo del Luján....sus comentarios prefiero obviarlos
Un abrazo, vecino a la par que amigo, lo de ácrata se lo dejo a mi padre, u know!
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