A la cola pesipcola

Crónica del primer día, espero de muchos, y tras muchos, en el que plenamente me he podido dedicar a la tesis.

Trabajando algunas fuentes directas e indirectas atisbo posibles críticas al rigor histórico de mi trabajo. Habrá que trabajar fuerte en los principio epistemológicos que manejo y las pretensiones de mis esfuerzos, más orientados a la propuesta de vías de reorganización del conoci

miento histórico mediante un ejercicio teórico-práctico que el establecimiento de dogmas interpretativos.

En este fuego cruzado se haya mi lectura de un testimonio espeluznante de autoorganización obrera, y es que tras mi experiencia en la cola de la expo-promoción de “Alicia en el país de las maravillas” me hizo dudar de la capacidad actual para no ser un homini lupus.

Paradójicamente, o no, en estos compases se ha deslizado una versión de “estos locos bajitos” (por favor, alguien me la puede pasar entera que la mía se corta en el 3’55’’??!!!) Y no he podido evitar preguntarme si atender a esos locos bajitos no es el único modo que tenemos de atendernos a nosotros mismos.