Son días extraños
aquellos que están lejos de una rutina.
Pero si no se tiene rutina,
¿de donde brotar la extrañeza?
Son días extraños
aquellos en los que añoras lo que más te falta.
Bien podemos estar sujetos a una agenda impuesta
Bien podemos tratar de autoimponer la nuestra.
Mal podemos bailar
con un plan sin planear.
Mal podemos danzar
cuando nadie quiere ser capitán.
Son días extraños
cuando uno se censura lo que quiere.
Son días extraños,
cuando no es fácil ser responsable
y remar en la conveniente dirección.
Pero,
¿Quién quiere días normales?
Más extraño es encontar un político al que no apetezga colgar de...algun sitio.
Guillermo Fernández Vara: En Días Como Hoy
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