Tres dan a un patio interior,
Una doble da a la calle,
la que resta,
que da a la ventana doble.
Desde la ventana doble,
se puede ver la calle peatonal,
si miras hacia abajo.
Si miras de frente,
veras los últimos metros de pared,
del muro, de un viejo bingo en desuso.
Si miras hacia arriba,
puedes verle el cielo.
Lo rápido y lento que se mueve.
La trayectoria de las nubes.
Conviene no dejar de mirar estas ventanas,
Pues nunca sabes por donde saltará la liebre.
Esto, como todo,
supongo,
se puede narrar directamente,
con arreglo a la verdad,
o sin faltar,
con un poco de fantasía.
Big Fish, gran película.
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