Nanterre es un el campus de la universidad París X y hasta aquí me ha traído mi tema de Tesis. Bueno, la parte práctica del tema de Tesis. La parte teórica ha sido el concepto de Crisis desde la perspectiva de Edgar Morin, y el paradigma de la complejidad.
La parte práctica es revisar el acontecimiento histórico del alzamiento húngaro en Budapest en 1956. Es esta parte la que deberá determinarme como historiador en sí, ya que lo anterior me situaba en tierra de nadie de las humanidades. Esta determinación, más que un deseo mío, es una condición para la supervivencia académica profesional. Si no se te puede clasificar, no se te puede buscar un hueco donde acomodarte. Profesionalmente corren malos tiempos para la academia, lo cual se suma a mi malestar respecto a las expectativas de este ambiente.
Así, hoy que debería tener un entusiasmo renovado hacia la Tesis ante el vergel documental que me permitirá ubicarme (no sin horas de trabajo) en el tema, mi mente y mi espíritu, por si solos y en connivencia, han elevado una propuesta en forma de pregunta a mi consciente.
¿No sería más provechoso, y más cómodo, para ti estudiar una oposición, por ejemplo la de profesor de secundaria, que este berenjenal de la Tesis?
Razón no les falta, y he de confesar que la Tesis ha devenido cada vez más en un decorado forzoso que la beca me impone. Una beca que en su momento estuvo muy bien, pero que ahora contemplo como un dulce sostén de amargo final, ya que cuando ésta finalice, me encontraré en la misma situación que al principio, o peor. ¿En qué clase de empresa a un trabajador que tras cuatro años de rendimiento satisfactorio no sólo no se le recompensa por ello sino que incluso se desentiende de él?
Las alternativas frente a este final son saltar al mundo laboral, en la gran melange de la rama administrativa, preferiblemente en el ámbito de la gestión cultural; o seguir estudiando, pero esta vez en una campaña cerrada y con un premio seguro, difícil, pero seguro. La oposición.
Hay un principio que me parece inapelable, No siempre lo urgente es lo más importante. Pero no es fácil (o hay que ser muy valiente) asumir el coste de las consecuencias de desatender lo urgente para tratar lo importante.
el camino de la tesis es duro. Desconozco cuánto te queda de beca, pero, en mi opinión, piénsatelo mucho antes de desprenderte de todo el trabajo realizado hasta ahora. Te tocará sufrir y esperar, pero igual merece la pena... o quizás acabes en el mismo sitio que si no hubieras hecho la tesis... pero si no arriesgas nunca lo tendrás claro. Porque eso sí, las oposiciones también te supondrán sufrimiento, tiempo y las mismas garantías que la tesis: ninguna.
ResponderEliminaren fin, anímate buscando en Youtube el vídeo de gollum-smeagol sobre doctorado vs empresa privada :P
un abrazo!
No dejes la tesis. Así de rotunda y de segura te lo digo.
ResponderEliminarEs absurdo- otra sentencia- echar por tierra una inversión de cuatro años. Ahora, al final?, ya no tiene sentido.
Oposicón para dar clases? incluso ni falta te hace, gracias a Esperanza ahora puedes dar clases en mil y un colegios privados, si eso es lo que quieres... pero me temo que no.
Yo tengo querencia por el sufrimiento porque soy del atleti y es parte de mi naturaleza, y tú porque si no sufres, no te puedes quejar... y eso a ti también te gusta.
En cuanto a Isa, que nunca se te olvide achucharla, por lo menos, por lo menos, cinco veces al día!
Tranquilidad, no pienso dejar la tesis.
ResponderEliminarSólo es que de vez en cuando, sobre todo cuando tienes una parte de tu vida oscura, pues ese desánimo contamina al resto, aunque no haya razones de peso para ello.