Somos lo que acumulamos

Erich Lessing, en «Tener o Ser » realiza, con gran maestría argumentativa, una división entre dos paradigmas de existencia de la humanidad: El Poseer como garantía de vivencia y el ejercer la función como único criterio de la misma. En la actualidad esta dicotomía ha sido masificada, al tiempo que la ridiculizada, con la publicidad de Viceroy.

Yo, taliban anti-material de consciencia para afuera, he de reconocer La Mayor: si no tienes unos mínimos, difícilmente puedes Ser “nah”. Para consuelo de mi pequeño demiurgo progresista, debo reconocer que esta “flor” intelectual bien podría inscribirse dentro del materialismo marxiano, pues de todos es sabido que quién tiene la infraestructura es el que acaba cobrando por la lana cortada. Por lo tanto lo suyo sería el reparto de la posesión de tales infraestructuras. ¿Cómo hacer un reparto de algo cuando no sabemos entre cuanto tenemos que repartir? ¿Cómo ajustar la necesidad moral a las necesidades pragmáticas protagonizadas por individuos iguales pero diferentes?

La cuestión es sencilla si la abordamos desde la idea equi-propiedad y no del equi-reparto. En este sentido caben dos soluciones y media:

1) Todos tenemos todo: una formula de multipropiedad que pasa inexorablemente por la necesidad de un administrador omnipotente, digámosle Estado.

2) Ninguno tenemos nada: usamos lo que necesitamos pero sin ser de nuestra propiedad. Esta postura se vincula a las posturas anarquistas.

½) Existe la propiedad privada pero se fomenta el préstamo de tal propiedad sin ejercer la usura como retribución por él.

Estas vías implican la superposición de unos bienes morales comunes sobre los intereses individuales, esto es, Ser sociales frente a Tener los mecanismos de poder. Hasta ese momento no tendremos una verdadera Democracia

Para llevara cabo esta complejamente simple revolución es imprescindible una herramienta: la educación. Educación para evitar la malversación del dinero colectivo, del fraude laboral en materia privada y pública (Ejemp.: Callejeros de Quatro retrató el desayuno de una “cuadrilla” de funcionarios de Logroño en la calle Laurel de vinos a las 10:30 a.m.), de la subversión del intereses general,….

A pequeña escala, este esbozo de Tª de Sistemas parece materializarse en la museología, porque ¿Acaso somos lo que acumulamos?