Estoy en Córdoba, tratando de conciliar mi vida “perejil” con mi actividad profesional, mi vida académica, un frío muy raro a la sombra y la sonrisa de satisfacción que un juego tonto me ha dibujado en la cara.
En la senda de estos objetivos, además, descubro nuevas bibliotecas y hago limpieza de mi correo.
Esta última tarea me trae amarguras, por compromisos a los que quería acudir y se me han pasado de largo, convocatorias pasadas de plazo y otras que no puedo afrontar, y alguna que otra sorpresa como las que siguen:
Para que no los técnicos de informática y audiovisuales atiendan antes, y no se moleste a lo bedeles, las incidencias de los profesores han instalado interfonos (1 por edificio) para comunicar dichas incidencias. Una medida, curiosa, si tenemos en cuenta que el mayor problema de este servicio es que está atendido por becarios infra-remunerados que no dan abasto con la demanda de incidencias.
Por otra parte, han decidido instalar un aula virtual de ordenadores para poder emplear el software contratado por la universidad a cualquier hora y en cualquier lugar. Perfecto, ahora sólo hay que contratar, además de los programas que se requieren desde Leganés los que solicitamos desde Getafe.
Hay más nuevos servicios, pero no es plan de ser pesados.
Dinero no habrá pero para tontahh….
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