Ayer (por el otro día) “tamicé” mi primera respuesta para no ser cruel y colaborar en una mentira piadosa que permita continuar la batalla diaria.
Ahí quedo todo. No es que sea esto algo excepcional, ocurre todos los días, pero en mi caso me supuso la constatación del abandono del Stanilinismo ético -o verdad o mentira, o blanco o negro, o inocente o culpable-. ¿Será que me estoy haciendo mayor?.
Bienvenida a la era del Maquiavelismo.
Cómo efecto secundario, el resto el día me rondó la cabeza el “corre dijo la tortuga…” de Sabina. Me parece que esa canción es la mejor expresión de los diálogos interiores, inevitables contradicciones personales con las que convivimos.
Menos mal que existe ese alter ego con el que compartir las mentiras, cobardías y demás acciones reprochables de las que nos arrepentimos.
Gracias a ese cobarde, mentiroso, avaro, podemos sobrevivir sin mancharnos demasiado el espíritu, conservando integra la autoestima y aun afrontando nuestros pecados.
Que miedo aquellos que no comparten sus responsabilidades con el alter ego, porque, o no se creen responsables de nada, taliban a la vista, o cargan con demasiado equipaje.
2 comentarios:
justificando el fin con los medios... cualquiera diría que te estás haciendo capitalista!! :P
En fin, tampoco viene mal una lucha interior de vez en cuando.
qué tal con el DJ? ganó o perdió? :P
Siempre has sido muy honesto, y ahora no iba a ser menos...
Si contaste una mentira u omitiste información fue únicamente por evitar daños mayores, no te flageles!
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