Propongo hacer un almanaque con todas ellas por si a alguno, algún día, le da por desterrarlas al lugar donde se van los besos que no se dan – que decía una canción- o incluso más lejos aún.
En mi caso el puesto de honor se lo lleva la cosa de “las cosas funcionan así y no se puede hacer nada, o ¿eres de los que crees que los ideales se pueden cumplir?” o su variante “todos lo hacen”
En el momento que escucho tal formulación me dan unas ganas de someter al sujeto a la mayor de las vejaciones y decirle: “las cosas son así porque, como ves, puedo hacerlas y yo las he hecho así”, con la esperanza de que, intuitivamente comprendiera que las cosas son como nos proponemos que sean, tal vez no en el presente, tal vez no en el futuro, pero si en el sentido de que incluso el fracaso ante una digna meta es un triunfo.
Y es que los ideales no están para cumplirse sino para perseguirlos, y lo que renta es el camino que se cubre en la persecución. Si se prefire, para los eruditos, el “que hacerse” Kantiano.
5/30/2007
Esas frases...
¿Conocéis esa sensación de frustración que deja paso a una ira furibunda, o viceversa, que se apodera de uno con ciertos lugares comunes de la comunicación social?
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