¿Cómo qué no está loco?

Resulta curioso como los innumerables despropósitos que causó el Imperio de la Fe tuvo su réplica en en Gobierno ferreo de la Ciencia. Dos posiciones aparentemente encontradas, dos imágenes especulares en la visión fragmentaria y reduccionista.

Cienes, y más cienes nos esperan, de veces hemos diagnosticado el error, la locura de este mundo. Pensamos que la realidad es la que es, que la naturaleza es un libro abierto que leer con servidos de la infalible linterna de la ciencia.

¿Y no podría ser este el meollo de nuestra esquizofrenia? A todo le negamos su capacidad de contradicción, complementariedad y antagonismo en una misma acción/pensamiento, sin reparar que ese es el modo que tenemos nosotros mismos de comportarnos. Es ese el fundamento de la “singularidad” humana.

Y dado que las cosas son , no solo porque lo sean sino porque lo son ante nosotros, ante nuestros ojos, el mundo participa de nuestra misma locura.

Con esto, que puede parecer un galimatías, solo pretendo dar una nueva perspectiva a aquello de “Es más fácil buscar la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio”