Hace un tiempo que no escribo. Podría exculparme fácilmente en una agenda apretada y en una escasez de novedades, ambas cosas ciertas y ambas cosas inconexas con esta sequía.
Lo cierto es que he dejado de confiar en el efecto terapéutico de la escritura.
Para mi escribir es citarme con las cartas boca arriba con mis pensamientos. Si no escribo me es más fácil evitar la reflexión, reconocer las sombras que turban mi sueño. Echarlas fuera supone reconocer su existencia. Pero eso ya lo decía Mulder, “la verdad está ahí fuera”.
Por otra parte, o por otra cara de la misma parte, profesionalmente ando enfrascado en ahor
Además trato de que el grupo de investigación hinque el diente a unas convocatorias de investigación y así poder asegurar en cierto modo mi presente continuo tras la beca. La Democracia también es trabajo, a veces pienso que el 60% de los trabajos occidentales están relacionados con la industria de la burocracia, algo que los paises “en vías del desarrollo” solventan con “la propina”.
Voy a echar el ancla a la pluma, por la cara que pone ese que me devuelve la mirada desde el otro lado del espejo, el íntimo enemigo, que malvive de pensión, ….
“…el receloso, el fugitivo,
el más oscuro de los dos,
el pariente pobre de la duda.
El que nunca se desnuda,
si no me desnudo yo,
el caprichoso, el orgulloso, el otro,
el cómplice traidor.”
Por cierto, como decía el sargento Esterhaus, tengan cuidado ahí fuera.
imagino que después de este fin de semana tendrás más cosas que contar ;)
ResponderEliminarpasadlo bien!!!