8/08/2008

España y deporte


Ayer, 7-08-08, en la sección de cartas al director de EL PAÍS apareció un escrito de Ramón López de Mantaras Badia, investigador del CSIC, que empleando las alabanzas de Jaime Lisaveski al éxito deportivo llamó la atención sobre la necesidad de alcanzar la mismas cotas de “deberes públicos bien hechos” en el área de investigación científica.

No le faltan argumentos en este sentido, además de su botón de muestra quisiera llamar la atención sobre otro:

En el olimpismo español los deportes de menor seguimiento, Badminton, Atletismo,Curling,…son más apoyados que los deportes de masas como Fútbol y Baloncesto que ya se financian a través de colaboraciones con empresas, por la sencilla razón de que una medalla en cualquier deporte tiene la misma consideración. En el caso de la conciencia de los méritos de la comunidad científica sufre la preeminencia de las denominadas áreas de Ciencias/Técnicas frente a las Letras, que no son otra cosa que Ciencias Humanas. Entre otras cosas porque el cientificista (que no científico) ojo del evaluador diseña los indicadores en base a una homogeneidad que no hace justicia.

¿Qué tal estaría aplicar este criterio en la política de financiación científica?

Por otra parte, respecto al ejemplo ayer citado, como en el fútbol, ante el fichaje “jugadores foráneos” se debilita la idea de la necesidad de una cantera, algo ya bastante debilitado en este país.

Para finalizar, señalar que el pasaporte debe ser de las pocas barreras que los procesos de concesión de ayudas del CSIC (y otras instituciones públicas vinculadas a la Ciencia) no pueden burlar a la hora de conceder “en justa concurrencia pública”. Por ejemplo, ¿Cómo se justifica que un proyecto de Iberico tenga su sede en Roma?

Que contradicción, algunas pedradas justas pierden autoridad si el que las lanza no es el más justo de todos.

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