Puerto San Camilo

Esta es la historia de un transito.

Chimo era un experimentado marino, con miles de millas náuticas a sus espaldas, aunque los buques habían sido de muy distinta naturaleza. Sin haberlo él decidido, y no se sabe hasta que grado consciente de ello, esta iba a ser su última travesía.

El trayecto estaba marcado en las cartas de navegación y también en su cara, pues todo aquel que lo veía leía su destino, de Eros a Tanatos .

Lo que se desconocían eran los puntos de atraque en ese periplo. Preguntados los sabios portuarios marcaron como parada intermedia el puerto de San Camilo. Hacia allí pues dirigieron sus miradas el resto de la tripulación.